No son tan malos

Los Boston Celtics han vuelto a ganar después de 18 derrotas seguidas. ¡18! Lo hicieron ante un equipazo, los Milwaukee Bucks. Equipazo en la enfermería, probablemente el mejor quinteto que te puedes encontrar en cualquier hospital. Sin Michael Redd, Charlie Villanueva, Simmons y hasta hace nada sin Mo Williams también. 117 - 97 en la capital del estado de Massachusets en un partidazo de Pierce, 32 puntos, de Al Jefferson, 17 puntos y 10 rebotes y de Gerald Green desde el banco, 21 puntos con 5 de 5 desde la línea de 7 metros. 15 de 23 en tiros de tres puntos, una de las especialidades que sin Pierce, Allen, Szczerbiak y durante un tiempo también sin Delonte West se resintió mucho y que ahora vuelve a llevar a la marea verde en volandas.
Boston es un equipo joven que ya el año pasado recibió muchos palos. Tiene un gran líder, Pierce, uno de los pocos jugadores capaz de hacer todo y hacerlo bien. Está rodeado de buenos jugadores por dentro y fuera de la zona, como son Al Jefferson, Tony Allen, Wally Szczerbiak, Delonte West, Gerald Green o Ryan Gomes. Tiene un buen proyecto de pívot puro, Kendrick Perkins (aunque es de cristal de bohemia...), tiene un gran base defensivo como es Rajon Rondo y anda sobrado en tiro con Allan Ray y Brian Scalabrine desde el banco. Entonces, ¿cuál es el problema? Danny Ainge. El General Manager, ex compañero de Larry Bird, McHale y cía en los Celtics y de Barkley en Phoenix se cargó el equipo una vez y ahora amenaza con no dejar progresar a este talentoso plantel. Es un equipo muy, muy joven. Pero con muchísimo talento. Sólo Pierce, Szczerbiak y Scalabrine tienen experiencia y tal vez el único sobrante es el loco de Sebastian Telfair (Jason Williams por lo menos enchufaba de fuera). Déjenlos jugar, denles tiempo. Pierce a pesar de una temporada mediocre tras otra sigue con las ganas intactas, si él confía en este proyecto, ¿por qué Ainge no?
Hace poco dijo que sólo Pierce era intransferible. Vaya ánimos para los Gomes, Jefferson o Green que tanto están progresando. Señor Ainge, váyase usted.