1/21/2007

Una Serbia, Dos Sistemas

Si miramos bien un globo terráqueo cualquiera, evidentemente posterior a 1950, veremos que hay dos Chinas: la República Popular de China, y Taiwan, China-Taipei, heredera del Kuomintang de Chiang Kai-shek. Pero formalmente Taiwan es parte de China y tiene un sitio en la ONU. Políticamente y económicamente proponen dos sistemas totalmente opuestos, mientras la China de Beijing defiende un régimen de partido único maoísta, la de Taipei es una democracia neoliberal al modelo coreano o japonés de clara influencia norteamericana.
Ese modelo defiende el gobierno de Serbia para Kosovo, o al menos su ministro de Asuntos Exteriores Vuk Draskovic en una entrevista para El Mundo. Mientras la mayoría albanesa pide la autodeterminación apoyándose en la Carta de las Naciones Unidas, la minoría y el ente central serbio mantienen el principio de integridad terrorias que también está en la Carta. ¿Posturas irreconciliables? Así, sí. Las dos son legítimas y se sostienen sobre una base de derecho internacionalmente reconocida. Draskovic dice: "nuestro deseo es: dejénos conciliar los dos principios, respetando ambos, la integridad territorial y la autodeterminación. Esto significa una completa independencia interna de Kosovo." Serbia teme que de no ser así y la ONU acepte la independencia albanokosovar, no se respete a la minoría serbia primero, y segundo, que el euroentusiasmo que despierta recién en el estado balcánico otrora poderoso se apague debido a la humillación que causaría ese abandono de la región.
"Si se les concede la independencia, la ONU tendrá muy pronto al menos 40 demandas de independencia sobre la mesa [...] ¿qué ocurriría si los serbios de Bosnia pidieran la independencia? ¿Qué les van a responder?"
La situación se podría torcer más con una victoria en las elecciones legislativas del Partido Radical, que están peligrosamente unidos a Slobodan Milosevic. Parece que la solución es una Serbia dentro de la Unión Europea que aleje el peligro de nuevos conflictos armados, porque aunque parezca mentira, tras varias guerras en una década, hay muchos serbios, los perdedores de la transición dirigida por el partido en el poder de Vojislav Kostunica, que quieren enarbolar la bandera de la Gran Serbia, a pesar de toda la sangre derramada. Draskovic termina así de categórico: "Es muy peligroso cambiar las fronteras en los Balcanes. Balcanes está formado por dos palabras turcas, Bal (sangre) y kan (miel). En muchas ocasiones, los Balcanes han sido de verdad como la miel, pero es muy fácil convertir la miel en sangre. Está en la historia de los Balcanes."

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