4/28/2007

El Engaño del neoliberalismo

Los neocons y los economistas nokeynesianos nos han engañado. Nos han vendido las bajadas de impuestos como un beneficio, sobretodo para las empresas, que potenciarán la inversión y el desarrollo económico. Nos han convencido de que el Estado debe tener superávit, debe ser rentable. Nos han dicho que los parados no tienen derecho a ser ayudados, que se merecen estar en su situación. Y han introducido en todos la idea nietzscheana de que el Estado es un obstáculo para el progreso porque tiene la rémora de ser la asociación de los débiles para oprimir al más fuerte. En eso tienen razón, el Estado tiene como misión proteger al débil, pero no sólo a él sino tambiél al fuerte que en algún momento esté pasando apuros. Distribuye la riqueza, algo que no comprenden estos personajes, piensan que los ricos y las grandes empresas ganan todo ese dinero gracias al fruto de su sacrificado trabajo y que el resto somos unos aprovechados. Pero, ¿a costa de quién han conseguido esos beneficios? ¿No es justo devolver a la sociedad algo de lo que te has llevado, muchas veces fraudulentamente? El sector público está siendo torpedeado por todos sitios, no da dinero, dicen. ¿Por qué habría de darlo? La educación, la sanidad pública, el transporte público, son servicios creados y prestados con el fin de cumplir la ley: igualdad de oportunidades. ¿Es eso malo? Todos, independientemente de nuestra situación o nuestras posibilidades económicas tenemos derecho a cubrir esas garantías mínimas, recibir educación, recibir atención sanitaria... Esto no es la ley de la selva. Y se quejan desde los edificios de los grandes magnates que dan mucho dinero para mantenernos a nosotros, atajo de fracasados. Y más que deberían dar. No se han enterado todavía de que el sistema con el que mejor se funcionó era uno que beneficiaba por igual al asalariado y al patrón, pero ahora como ganan dinero haciendo un click de ratón ya no necesitan a los asalariados y pueden imponer las condiciones que quieran. Especulan y se llevan el progreso a un cuarto bajo llave en el que hay un cinco por cien de la gente, quedando fuera el noventa y cinco restante. Los casos más graves son los Estados Unidos e Israel, primeros adalides del sistema antes mencionado y que no han involucionado. Son países con un alto PIB per cápita, pero con un veinte por cien de personas luchando por sobrevivir. Tienen una desigualdad de recursos inmensa y donde mandan los poderosos lobbys de las grandes fortunas, y que para distraer a la población de este gran problema recurren al nacionalismo beligerante. ¿A qué nos suena? O ¿es que alguien olvida que en la ciudad de Los Angeles muere más gente de hambre al año que víctimas mortales hubo en el 11-s? ¿Cuánto dinero destinado a paliar el primer problema y cuánto a las guerras de Afganistán e Irak? Paremos al neoliberalismo ahora que estamos a tiempo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cierto lo que dices pero...Es todo tan malo como lo pintan?
por cierto,texto propio de clase fajardiana ;)